DON
FEDERICO PINELO Y PINELO
(Un
polifacético personaje)
Marco Tulio Pinelo
López[1]

Se graduó de tenedor de libros en la
capital, bregó por instituciones del Estado de Flores, Petén, fue maestro de
escuela, empresario, ganadero, agricultor, perteneció a la Orden Rosacruz de
Amorc, escribió varios artículos en la revista Petén Itzá, y sus libros
permanecen inéditos, además, fue uno de los más grandes sanadores y psíquico-curandero
de Petén, que utilizó el poder hipnótico a través del psicoanálisis y el
espiritismo para tratar algunas enfermedades de las personas que lo
requirieron.
Tuvo
un aparato manual de manigueta que descargaba electricidad para curar los
nervios y además, recibía precogniciones o revelaciones de aviso y de aliento,
cuando peligraba su vida o de sus pacientes. Por su tenaz oposición a la
dictadura ubiquista representada por Federico Ponce Vaides fue encarcelado en
la Penitenciaría Central de la capital y después extraditado a Belice.
DATOS
PERSONALES
Nació en ciudad Flores el 18 de julio de
1882 a las once de la noche. Fue hijo de don Francisco Pinelo Valle y doña
Flora Pinelo Ozaeta de Pinelo. Su madre le contó que antes de nacer, él gritó
en su vientre con alegría y que esto lo oyó doña Wenseslao Narváez, madre de
José María y Alberto Pinelo Narváez, quién lo refería como novedad. Algo
similar sucedió con el Ah-pulyaah, Susano Santos, un practicante de magia negra
en el pueblo de Xcobenhaltún de Yucatán central, cuando él refirió: "Fui
llamado por los dioses antes de nacer, cuando mi madre estaba en estado, mi
padre le hizo algo malo y yo desde su vientre lo maté". (National
Geographic. 1975).
Sus hermanos fueron:
Manuel, Cruz (mujer), Esperanza (fallecida en 1954), Eusebia y Francisca (que
murieron pequeñas), siendo el menor Felipe. Todos de apellidos Pinelo Pinelo.
Don Federico fue el quinto hijo. Don Lico,
como le llamaba el pueblo, vivió en su casa de habitación en la Calle Reforma,
entre los callejones Crucero y San Pedrito, en la misma casa que, actualmente,
ocupa la “Librería Cultura” de Ciudad Flores, Petén. Su nieta, Anita Aida
Pinelo Vadillo, casada con el profesor José Eduviges Castellanos López es una
de las dueñas de esta casa, conjuntamente con sus hermanos Carlos y Víctor Rafael y Fabiola.
SU PODER
DE CURACION
Aprendió
a hipnotizar con un pardo de apellido Bonilla, y a través de la orden Rosacruz
de Amorc, prosiguió sus lecciones místicas, llegando al grado de Maestro. Según
él decía: “éstos no son libros religiosos, sino de sabiduría antigua”. En 1908
comenzó a curar por medio de la ciencia del hipnotismo y magnetismo, siendo la
primera persona que curó, doña Gertrudis Sabino que se casó con José Peche. La
sanó de un fuerte dolor de muelas. Curó también a través de la "Imposición
de Manos". Estas curaciones las hacía a través de "pases" para
sacar los malos espíritus que se habían metido
en el cuerpo, según refería. Estudió
teosofía en 1922.
Además,
utilizaba ventosas para sacar el mal de aire, Daba masajes (“sobaba”) y curaba
hasta tumores malignos por medio del "güiro". Curaba el paludismo,
dolores reumáticos, neurálgicos y otros males a través de yerbas, ya sea en
tomas o por medio de emplastos.
Entre las personas que curó podemos mencionar:
- . La madre de Federico Ponce Vaides, ex jefe político de Petén.
- . Don Carlos Pacheco, esposo de su hermana Vicenta, quien vivía en Poptún.
- Sanó de diabetes a su esposa y curó a una niña de parálisis infantil en San Martín Jilotepeque en octubre de 1950.
- . Curó varias neuralgias cerebrales a través de la "Imposición o Pase de Manos", entre estos tratamientos se cuenta el del coronel Solórzano.
- .. 1957 un piloto de la Fuerza Aérea le pagó su pasaje con alimentación para que fuera a la Capital para curar a su hermanito que padecía ataques nerviosos.
- . Curó a Rogelio Vásquez que llegó con alta fiebre.
- Estando de maestro en San Luis curó a un señor que se quemó con la savia del palo de "chechén" y quien no pudo ser tratado por algunos médicos recién llegados de la Capital. Lo curó con la corteza de “chacaj” o “palo de jiote”, este también es conocido por el nombre común de “indio desnudo” y ahora, por el de “gringo pelado”.
Dada
la importancia de este caso, lo detallaremos con las propias palabras:
Se
respeta la ortografía; recuérdese que, en Petén se expresaban los antiguos en
el presente histórico; "Un día llegan a San Luis, el Director General de
Sanidad y dos médicos, de los cuales, uno era el doctor, juntándose allí cuatro
médicos y el practicante; les presté mi librito "Secretos
Indígenas", que tiene más de mil recetas de hierbas, bejucos, frutas,
hojas, cortezas, etc., para ver que decían. Lo leyeron y no dándole importancia
me lo devolvieron. El doctor local Ramírez R., había mandado a un peón a traer
palos para cercar su casita, como dos días después. El peón cortó varas de Chechén
(palo urticario) y lo cargó. Al llegar, vieron lo cinco médicos como, desde el
cuello hasta la mano, tenía el peón muy roja la piel; éste se quejaba casi
llorando y la piel se le iba tostando e inflamando. Los galenos no conocían el
origen y temían aplicarle un tratamiento.
El
Director mandó por mí; llego, conozco el mal, me muestran los palos; y como
desde ahí divisé el palo de "Jiote", le dije, manden en el acto a
traer la cáscara de aquel palo colorado; lo machacan y la savia se la untan en
todo lo rojo, y sana. Enviaron dos, y de lo que yo tardo en escribir esto,
aquellos llegaron, y los médicos listos con sus aparatos, pronto extrajeron el
jugo y con una pluma de ave se lo echaron; a las dos horas no tenía el paciente
ni rastro de la quemada. Al ver el efecto uno de ellos dijo: "Con todo
nuestro saber ya vemos que no sabemos nada". Ni mierda, dijo el
Director".
SU
APARATO DE MANIGUETA
Este
aparato era utilizado para generar electricidad y curar enfermedades reumáticas
y nerviosas. Acudían a él muchas personas de los municipios de Petén,
Tenosique, México, Belice y de la Capital, en busca de curación y quienes
salían sanos.
HIPNOTISMO Y PSICOANALISIS
Pruebas de su capacidad psicoanalítica se
refiere en su relato, cuando hipnotiza a un indígena de San José llamado
Isidoro Tut y cuando participaba en la batalla de San Juan. A este personaje le
saca la siguiente información bajo poder hipnótico:
- Don Lico: ¿Dónde estaban los enemigos?
- Respuesta: -Cruzando el río de Chuntuquí-.
- Don Lico: ¿Cuántos eran?
- Respuesta:
-Como 150 hombres-.
- Don
Lico: ¿Qué clase de equipo y armas llevaban?
- Respuesta:
-Estaban equipados con armas ventajosas y tenían mucho parque y bombas de mano-.
- Don
Lico: ¿Cuántas bestias y ganado tienen?
- Respuesta:
-Pocas mulas y poco ganado-.
Cuando
don Federico refirió esto, dijo el teniente Fernández, que los soldados se
reían de todas las mímicas que hacía el nativo de San José.
En
otra sesión hipnótica, el Capitán de la Peña le preguntó a Isidoro Tut, con la
supervisión de don Lico Pinelo:
- Don
Lico: ¿Soy casado?
- Respuesta:
-Sí sos casado-.
- Don
Lico: ¿Cómo es mi mujer?
- Respuesta:
-Es bajita-
- Don
Lico: ¿Cuántos hijos tengo?
-
Respuesta: -Tienes un hijo varón que tiene su bolsón y tu hijita una
canastita y se van para la escuela.
- Don
Lico: ¿Qué hacen?
- Respuesta: -Tu mujer está dando de mamar a tu nene-.
COMO PERSONA
Fue un buen esposo, padre y abuelo. Don Federico
le enseñó a tocar guitarra a Jorge su
nieto, a través de una hora diaria; era un hombre muy estricto con actitud de
acero, pero con un corazón benevolente del tamaño de Petén. (Jorge Pinelo
Vadillo, 2016).
Según me refirió su nieto Jorge Pinelo,
hijo de don Rafael Pinelo y de la profesora Aída Vadillo, y quien radica en los
EEUU, que su Papá Lico, de vez en cuando, lo llevaba a lomo una mula a San Francisco
Petén, quien disfrutaba de este recorrido tan campestre y selvático, a granel.
CONTADOR
DE CUENTOS
Todas
las noches, don Lico nos contaba cuentos sentado en su mecedora en la Calle
Reforma, mientras nosotros nos sentábamos a plan en las aceras (como dicen en
Petén), que significa en el suelo. Entre las narraciones, no faltaban las de “Las
mil y una noches”, e infinidad de cuentos del Duende, llamado
también El Sombrerón o Tzitzimiti, La
Llorana, La Ixtabay, de la Luz que aparecía en la laguna, etc.
El
asunto terrorífico era irnos a nuestras casas, porque teníamos que pasar por
cercos donde las ramas de los arbustos y árboles nos parecían fantasmas que se
movían y nos susurraban. Cuando olíamos el árbol Huele de Noche, nos temblaba
todo el cuerpo del miedo y llevábamos la piel de gallina. Al acostarnos, los
rezos no nos ayudaban mucho, cuando pedíamos por nuestra tranquilidad; nos
costaba dormir.
Entre
los niños y adolescentes del barrio se encontraban Neto Benítez. Waldemar
Zetina, Guicho y Waldemar Ortíz, Beto (Nacho) Burgos, Jorge Berges (La Maidita),
Chepe Puga (+), Manuel Alvarado (La Nelona), Chema Ozaeta, etc., además,
estaban presentes Jorge y Víctor Rafael Pinelo Vadillo (sus nietos), Carlos
Guillermo Pinelo Castillo (nieto de su hermano)
y otros muchachitos de otros barrios.
Cuando don Lico nos relataba, vivía el cuento, actuando como un actor
dramático, y dependiendo del tipo de cuento, gesticulaba la vivencia. Era un
magnífico actor y comediante que nos hacía reír o sufrir. Si eran cuentos de
diversión se carcajeaba y ponía cara alegre, pero si eran cuentos de miedo o de
terror, su fisonomía adquiría visos diabólicos y de terror, lo que nos causaba
zozobra y flato.
Nos
conducía de la mano a la selva virgen donde habitaba el duende, escondiéndole
el machete al chiclero o nos conducía a playas obscuras donde se bañaba la
Ixtabay, o en los callejones tétricos donde se escondía La Llorona, etc.,
también nos conducía a las sabanas, aguadas, ríos y ciudades mayas escondidas
en la selva y nos hacía viajar en canoas, globos y papalotes.
Muchos cuentos conocidos en el ámbito nacional, sin duda, los
transformaba a la realidad petenera, pero nunca repetía alguno. Muchas veces,
los mismos niños le solicitaban que repitiera alguno de alguna noche pasada.
Algunas veces, dentro del cuento, preguntaba las tablas de multiplicar o hacía
algunas preguntas de ciencias naturales o de historia, como buen maestro, para
conocer con qué clase de monifatos estaba tratando.
MAESTRO DE ESCUELA
Era
un lector de la revista argentina “Billiken”, “Bohemia” (cubana) y de la “Life”
(EEUU), que eran las que llegaban a Petén en esa época. Se preparó desde la
cátedra del maestro José Benítez Gómez. Según don Julián Tesucún Chan, quien
fue su alumno en la escuela de San José refiere: "Trabajó con mucho
interés y vocación como maestro, era muy recto, disciplinado y drástico, como
maestro de aquellos tiempos, si él no lo hubiese hecho así, nosotros no
hubiéramos aprendido. Dio clases en la Escuela de Niñas a la edad de 17 años,
Escuela Nacional de Varones de ciudad Flores en 1943, en San Luis (1946-7) y
San José. Fue el primero en establecer
una Casa de Recreo para Niños. Inventó el dialecto Pinelargue. Las tablas de
multiplicar constituían asuntos triviales que todo niño debía saber en la punta
de la lengua.
En
el Colegio del maestro José Benítez Gómez estudió don Pedro Góngora, Francisco
Castellanos Lobos, don Carlos Cahuiche (la escuela de San José lleva su nombre),
mi padre Próspero Pinelo Ozaeta y otras personas, que trabajaron como maestros
por muchos años en diversos establecimientos. Mi padre le dio clases a Próspero
Penados del Barrio (arzobispo Metropolitano), Roderico Segura (ex Rector de la USAC), Ing. Raúl Alvarado Pinelo (Ingeniero,
que ha escrito 3 libros), y algunos relatos.
LITERATO
Entre los libros y artículos que escribió,
figuran:
1. "Relación de las Cosas de don
Federico Pinelo sobre Ciudad Flores Petén", donde realiza una somera
descripción de la historia de Petén, costumbres, diccionario maya, etc.
(inédito)
2. Genealogía del Apellido Pinelo
3.- "Secretos Indígenas" en
donde refiere más de 1,000 recetas de hierbas, bejucos, frutas, hojas, cortezas
para curación (extraviado)
4. El Maestro Práctico". Con este
método se premia diariamente las buenas acciones y se recoge la misma cantidad
de malos hechos. A través de este método se enseña gramática y la conjugación
de verbos, aritmética (complejos), inglés, dibujo, geografía, historia, moral y
urbanidad, música y baile. Todo lo referido en su libro, lo puso en práctica en
las escuelas donde ejerció la docencia de maestro. Este método salió publicado
en una de las revistas Petén Itzá de los años 40.
5. Algunos de sus artículos fueron
publicados en la revista Petén Itzá, como:
5.1. “Glosa
Acuciosa de Proverbio Consagrados” (Revista Itzá No 6 de 1942, Pág.47.
5.2. “Método
sencillo para aprender a sumar rápidamente”. (Revista Petén Itzá No. 6 de
1942);
5.3. “Jueces
de Primera Instancia de Flores, Petén” (Revista Petén Itzá No. 7 de 1943).
Pág.53
5.4. Otros,
publicados cuando fui director o Jefe de Redacción de esta revista.
LA PRIMERA MONOGRAFÍA DE
PETÉN
Con
el objetivo de editar un libro con la Monografía de Petén, un Jefe Político
invitó a varias personalidades que les
gustaba escribir al edificio de la Gobernación, para trasladarles su idea y se
dedicaran a este proyecto. En esta oportunidad se eligió una directiva,
saliendo electo don Julián Pinelo como Director de este libro y don Federico
Pinelo Pinelo, como secretario, así como un tesorero y dos vocales, pero, este
libro que inicialmente iba a editarse como revista, nunca se editó, porque el
Jefe Político fue removido y los escritores perdieron el interés. Sin embargo
don Julián Pinelo y su sobrino don Lico Pinelo siguieron trabajando
personalmente en privado, hasta que, en el año de 1937 en la revista No. 1,
“Petén Itzá”, don Julián Pinelo editara la primera parte de este libro con el
nombre de Monografía del Departamento de El Petén, saliendo publicadas las
monografías de los municipios de Flores, San Benito, San Andrés, San José, de
La Libertad, Sayaxché y San Francisco. En posteriores números se editarían los
municipios de Dolores, Santa Ana y San Luis, haciendo la aclaración que, en
esta época no existían los municipios de Melchor de Mencos, Poptún, Las Cruces
y El Chal.
Don Lico fue un acucioso cronista e
investigador; quien escribió, también, poemas.
MÚSICO Y
COMPOSITOR
Fue amante de la música y aprendió solfa con
su tío Julián Pinelo; dominó el violín, aprendió, también, a tocar guitarra con
su tío José Dolores. Tanto le gustaba la música que compró una marimba para su
negocio de zarabanda en su casa de habitación.
Tenía
gran disposición por esta, pero, sus ocupaciones no le permitieron dedicarse de
lleno a ella, sin embargo, compuso
algunas melodías. Le gustaba silbar sus
canciones.
Su
hermano Felipe Pinelo fue un gran trovador, quien por él se recuerdan muchas
melodías de antaño. Su hija Flora Pinelo de Tager (+), me relató que a su casa
llegaba el licenciado Valentín del Valle Góngora y el profesor Rafael Romero
Sosa, para requerirle la letra y música de estas melodías.[2] Este
último imprimió un cancionero con melodías de antaño y algunas de estas
aparecen en el cancionero que dejó don Felipe y que yo guardo una fotocopia de
un manuscrito de una hoja de almanaque.
Tuvo
un cuarteto musical con sus hermanas y hermano: Cruz (+, mujer, tocaba el
violín), Esperanza (+, la guitarra, fallecida en 1954) y Felipe (+) que tocaba
guitarra y cantaba.
POLÍTICO
Su
casa fue punto de reunión para realizar actividades político-partidistas. Fundó el Comité Patriótico en San Benito.
Estuvo exilado por su posición política contra la tiranía de Ubico y a punto de
ser fusilado por Estrada Cabrera. Fue anticomunista, conservador y fiel
católico; persona amigable, de buen corazón, pero de "armas tomar",
jamás se doblegó ante el Jefe Político y Comandante de Armas, Ponce Vaides y
fue oponente de la tiranía ubiquista,
razón por la cual, fue acusado de alta traición, y ante una calumnia, fue
encarcelado en Flores y después remitido a pie hasta la Penitenciaría Central a
la Capital; luego de esto se exilió en Belice, sobreviviendo de sus curaciones.
SOLDADO DE
GUERRA
Fue
soldado de guerra de la batalla de San Juan, donde mostró su valor y heroísmo.
Fue aquí donde puso en práctica sus conocimientos de hipnosis. Ver: el
subtítulo: Hipnotismo y Psicoanálisis. Tuvo su revólver que celosamente
guardaba y solamente lo sacaba cuando iba al monte y para defensa en caso de
ataque.
RELIGIÓN
Fue
un fiel católico y devoto del Señor de Esquipulas (Cristo de Petén), de San
Miguel Arcángel y de San Rafael, fue un excelente psicoanalista, perteneció a
la Orden Rosacruz Amorc. Excomulgado por
José Valdavia, sacerdote conservador, y nuevamente comulgado por Benedicto
Revilla.
CARGOS EN
LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
Fue
recto, ordenado y limpio en los libros de contabilidad, ocupó varios cargos en
las oficinas gubernamentales, fue tesorero de Sanidad, de ornato y del Comité
de la Feria de Cobán, fue tenedor de libros de don Antonio Pinelo, José María
Penados y Rosita Cordero.
Fue
miembro activo de comités de la Feria Departamental de Petén, secretario de la
municipalidad de San Benito y administrador de correos y encargado de la
Biblioteca Nacional de Flores.
EMPRESARIO
Fue
un tenaz empresario, quien en 1920 puso el primer Salón de Baile o de Zarabanda
en su casa de Ciudad Flores y quien compró en 300 dólares la marimba "La
Diosa del Amor" para amenizar los bailes. Tuvo una fábrica de aguardiente,
se dedicó a la panadería (1924), tuvo billar de carambolas en 1924 que trajo de
México, vía Belice, una embotelladora de bebidas gaseosas en 1930, que trajo de
México, vía el río Usumacinta, también, participó en el negocio del chicle como
contratista; fue un excelente artesano que aprendió a torcer mecate, fabricó
riendas, tejidos, grupas y cinchos de henequén, fabricó su propio bastidor para
hacer mayas y hamacas; fue el primero que tuvo una crianza de gallinas e
incubadora en Petén; fue agricultor que sembró caña y milpa, así como, se dedicó
a la crianza de animales; fue el primero que hizo su andén (acera) de cemento
en Flores y quien tuvo el primer cercado de alambre torcido (espigado); tuvo
cantina en Santa Elena en casa de Luciano Curul en donde fabricó un bastidor
para hacer hamacas (Octubre - diciembre de 1940
y enero de 1941), luego la trasladó a San Andrés de octubre a diciembre
de 1941.
Don Federico o Tío Lico, como lo llamábamos
cariñosamente, fue un hombre emprendedor y muy trabajador, excepcional
polifacético, que trabajó en agricultura, ganadería agropecuaria, artesano que
fabricaba hamacas y comerciante.
SUS VIAJES A LA CAPITAL
Realizó
nueve viajes a la Capital para llevar a cabo diversos menesteres. El primero
fue en 1928 pasando por Belice, Barrios, Zacapa, Chiquimula, San Jacinto,
Quetzaltepeque, Esquipulas.
Este viaje lo realizó en mula, barco y
tren. Esta crónica de viaje la dejó impresa en su libro
“Las Cosas
de don Federico Pinelo Pinelo de Ciudad Flores Petén”. Una reseña similar describió
don Lorenzo Mas Zetina, en una revista de la Feria de San Benito, cuando un
grupo de jóvenes, tanto mujeres como hombres, fueron a la capital para estudiar
magisterio, con una beca otorgada por el Presidente Lázaro Chacón, quién gobernó Guatemala desde
el 26 de septiembre de 1926, hasta el 13 de diciembre de 1930.[3]
En ese tiempo el estudio de magisterio
era de 3 años y el título que se adquiría era el de Preceptor Normalista.
UN VIDENTE QUE PRECISÓ LA FECHA DE SU MUERTE
Y ELABORÓ SU PROPIA LÁPIDA
Enfermó de cataratas en el ojo izquierdo y fue
operado. Don Lico era un hombre muy previsor que arregló todo lo referente a su
sepelio o mortual, mucho antes de morir, al igual como lo hacían los mayas y
los egipcios, quienes construían en vida sus panteones dentro de suntuosas y
admirables pirámides. Estos últimos, se preparaban con los Libros o Rollos, los
cuáles, eran guías para conducirse en el más allá, pagaban su embalsamamiento y
disponían todo lo referente a la mortual.
Don Lico mandó a construir su propio mausoleo,
decidió sobre el terno que llevaría, su camisa impecable blanca Arrow, sus
zapatos lustrados, calcetines y su ropa interior, hizo su propia lápida sobre
un vidrio con su puño y letra, escribió su epitafio o despedida y compró su
caja, la cual mandó a fabricar con don Diego Castellanos, el mejor ebanista de la
época. Todo lo dejó listo para no causar preocupaciones ni gastos a su familia.
Se fue con todas la de ley, completo.
Falleció en la Ciudad Flores, Petén, el
14 de junio de 1969. Yo fui personalmente a ver su panteón original, pero hace
unos pocos años fue transformado y remodelado.
LA EXISTENCIA DEL MÁS ALLÁ
Para demostrar la existencia del más allá
y del mundo de los espíritus, les dijo a sus parientes que iba a dar muestras
de su existencia. Total, cuando estaban en el rezo, entró una fuerza extraña,
tronaron las puertas y ventanas, botaron las sillas plegadizas de madera y se
oyó un ruido enorme, donde todos se asustaron y salieron corriendo. Adentro,
había una fuerza poderosa que no permitía estar allí.
A los cuarenta días, tal como lo
pronosticó: temblaron las tablas del entablado de la casa y cayó polvo en las hendiduras
de las tablas [4].
EPÍLOGO
Don Federico refirió en sus escritos que, en
aquella época, cuando se viajaba a las aldeas y municipios había que hacer
testamento, además de confesar y comulgar porque se corría el riesgo de ser
devorado por el tigre o sufrir algún percance en el camino y dejar problemas en
la familia. Esto con el fin de que, las personas tuvieran arregladas sus cosas
y vivieran al día.
Esos consejos o advertencias son dignas
de tomarlas en cuenta cuando se viaja actualmente, porque nunca se sabe si se
regresa vivo a la casa, ante tanta violencia, y para no dejar cuentas
pendientes de fiados, pago de la electricidad, del canon de agua, alarma, impuestos y cuotas, como del IGSS, Auxilio Póstumo
del Magisterio, del Empleado Público, del Colegio Profesional, del IUSI, para
no dejar en problemas a la familia en caso de fallecer, y evitar andar en boca
de la gente por impuntual.
Don Lico decía, no hay que dejar
problemas de herencia, por lo que hay que hacer testamento en vida.
BIBLIOGRAFÍA
1. Las cosas de Ciudad Flores,
Petén, por don Federico Pinelo Pinelo. 1964 (Inédito)
2. Revistas Petén Itzá. No 6 de
1942
3. Revistas Petén Itzá. No7 de 1943
4. Soza, José María. 1957. Pequeña
Monografía del Departamento de El Petén. Editorial José de Pineda Ibarra.
Guatemala. Un tomo.
5. Tager Cambranes, Antonio. 1990.
(Contacto Personal)
FIN
NOTA:
Prohibida
su reproducción total o parcial. Cualquier información que extraiga de este escrito, refiera su origen.
Guatemala,
28 de febrero de 2016.
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